Hermanas y hermanos leones:

Vivimos en un mundo de incertidumbres, lleno de necesidades y escasas oportunidades, y en cierta medida, está en nuestras manos elegir cómo nos enfrentamos a ellos.

Afortunadamente el todopoderoso puso a nuestra disposición algunas herramientas para construir, equilibrarnos y sustentarnos como seres humanos, entre ellas la generosidad, y el servicio, componentes de la filantropía que nos significa dar parte de nuestra vida y amor en cada gesto de ayuda que brindemos a quien lo necesita.

No olvidemos que los nubarrones se los lleva el viento y sobre ellos, siempre brilla el sol. Tratemos de ser ese viento vivificador y renovador que despejara los cielos y tenderá un manto de tibieza y paz a los necesitados de nuestras comunidades.

Tengamos presente que incluso el más pequeño de los actos que hagamos frente a una necesidad, puede ser el más grande y significativo si va en la dirección correcta.

Un fraternal saludo